Baños para todos los públicos
Cuando muchas rutinas diferentes confluyen en un mismo espacio, el desafío consiste en encontrar la forma de que convivan.
Es en el cuarto de baño donde mejor se pone de manifiesto la manera de ser de cada miembro de la familia. En lugares como el comedor cada uno puede tener su sitio asignado. En las habitaciones cada cual se organiza como le parece.
Sin embargo, el baño es el espacio donde todas las personalidades confluyen. ¿Cómo deshacer este entuerto? He aquí una lista de sugerencias de una serie de mamás que deben enfrentarse a diario con este reto.
EL CONSEJO DE LAS EXPERTAS
EXPERIENCIAS
Ester, 30 años.
La hora del baño es el momento de relax y de diversión junto a mi bebé.
Es en la bañera donde jugamos a experimentar nuevas sensaciones y donde practicamos y desarrollamos habilidades como la motricidad o el equilibrio. Nada me hace más feliz que ver su cara de sorpresa cuando el agua le cae sobre la cabeza.
ORDEN
María, 35 años.
En el baño debe haber sitio para las cosas de todos y cada cosa debe encontrar su lugar. Los muebles de baño de tres cajones ofrecen gran capacidad de almacenaje, y con las cajas organizadoras todo se mantiene perfectamente ordenado. Si aún así necesitas más espacio porque no quieres dejar nada a la vista, puedes combinarlos con un módulo auxiliar o un armario-espejo para ganar definitivamente la guerra contra el desorden.
AHORRO
Marta, 49 años.
Con dos hijos en plena adolescencia, el ahorro en mi casa es una preocupación constante. Los botones de doble descarga de la placa de accionamiento me ayudaron a educarlos para que, desde pequeños, tomaran conciencia de que el agua es un bien escaso que hay que aprender a cuidar.
AGILIDAD
Sandra, 41 años.
Hasta hace poco, ya fuera de mañana o de noche, había que pedir turno en el baño para maquillarse, afeitarse, lavarse la cara o cepillarse los dientes. Desde que instalamos un lavabo doble, se acabaron los atascos y el estrés, y aunque en las horas punta coincidamos más de uno, ahora podemos compartir el espacio sin renunciar a nuestra pequeña parcela de intimidad.
ADAPTABILIDAD
Carmen, 47 años.
Entre los niños, que parece que crezcan cada día que pasa, su padre y yo misma, la única forma de tener la ducha a la altura de cada uno fue colocando una barra de ducha con soporte regulable. De este modo cada cual la ajusta a su altura ideal.
SEGURIDAD
Alicia, 35 años.
Gracias al sistema de cierre amortiguado puedo estar tranquila de que los peques de la casa no se pillarán los dedos al cerrar los cajones o al bajar la tapa del inodoro. Y también con la ayuda de las griferías termostáticas, que no se calientan con la temperatura del agua, ya no me preocupo de que puedan llegar a quemarse si tocan el grifo mientras los baño.
